<p>Contra el tiempo, los textos pueden conservar de lo edificado, aquello que los inspirara en su momento. En los edificios, los espacios públicos, los monumentos y en el dédalo de las calles que los contiene, son muchos los hechos urbanos que permanecen vivos y cuyo contenido aún ejerce una influencia sobre nuestras vidas. <br><br>Otros, a los que por destrucción o por olvido hemos perdido, tienen a través de estas crónicas la oportunidad de hab...