<p>Pueblan los evangelios: se les llama personajes secundarios y frecuentemente son anónimos. Mateo ignora el nombre de Jairo, y Marcos es el único en conocer a Bartimeo. ¿Por qué no sabemos nada sobre la identidad de la viuda de Naín, de la del Templo o del centurión de Cafarnaún? ¿Será para subrayar el rasgo que les es común a los tres: un encuentro con Jesús? En cada ocasión únicos y fugitivos, ¿qué producen estos encuentros en el cuerpo, en e...