<p>La pobreza, la corrupción y la inseguridad jurídica son tres calamidades que afectan a nuestras sociedades. Estos fenómenos dependen por completo de acciones humanas voluntarias e intencionales. Son, pues, evitables. Sin embargo, su universalidad y su persistencia provocan que sean considerados como catástrofes naturales. Se asumen, de ese modo, como ineludibles y nadie se siente responsable por ellas. Pero nada más lejos de la realidad.<br><b...