<p>Inspirándose en las palabras de san Pedro: «Por sus llagas fuimos curados» (1 P 2,24), el autor ofrece una reflexión original en la que cada llaga de Cristo revela verdades salvíficas sobre Dios y el hombre.<br>Concluye cada meditación acudiendo al arcángel Rafael e invitando al lector a un viaje de sanación espiritual, donde el alma descubre con gratitud que en las llagas de Jesús reside la cla...