<p>A ningún equipo de futbol le gusta jugar en una cancha que le dé ventajas a unos jugadores y afecte a otros. Ni que en cada partido cambien las reglas o que el árbitro las aplique para beneficiar al rival. Un requisito para que el marcador final sea justo es que el esfuerzo de cada futbolista no se vea obstaculizado por nada ni nadie y que el azar ejerza su imperio por igual entre todos los que salten al césped. En suma, hace falta una cancha ...