<p>"La primera visión de Ludovico:<br>Me desperté a medianoche sobresaltado, mi almohada estaba humedecida por lágrimas de sangre. Y en una imagen surreal, por una afiebrada convulsión, vi nítidamente cómo bestias infernales se alimentaban de carne humana al compás de los estruendos de bombas entre el humo y el azufre. Comprendí de inmediato que no era un sueño más, ni siquiera una abominable pesadilla.<br>Esas visiones se volvieron a repetir de ...