<p>La impronta temprana es el primer vestido que se tejió en nuestra piel, es nuestra historia en una voz no hablada, en el lenguaje de lo somático. Es un espacio en el que encontramos las respuestas a lo que vivimos desde nuestra gestación, incluso antes, y un latido que impulsa nuestra realidad, ya sea en forma de defensa o de recurso, siempre en pro del aprendizaje, a la adaptación y a la reparación.<br>Frecuentemente, cuando hablo de las marc...