<p>Y, de repente, apareció en mí la necesidad de escribir, de contar, de poner luz a las sombras y a las oscuridades que habitan en lo más profundo de mi ser, tatuándolas negro sobre blanco. Sin darme cuenta, mi corazón sangraba envuelto en una corona de espinas. Quitarlas día a día, una a una, y secarlas al sol quemado de este propósito se ha convertido en el despropósito más lúcido de mi vida.<br><br>EL AMOR, LA SALUD, LA FELICIDAD, EL DINERO, ...