<p>No es que tengamos brújula propia, es que hemos perdido la ajena, escribía Pedro Henríquez Ureña en La Utopía de América (1925). Si Europa se había suicidado en la Gran Guerra, esta parte del mundo podía considerarse menos bárbara e imaginarse más libremente. Por otra parte, la reacción frente a las agresivas políticas de los Estados Unidos sobre la región recortaba problemas comunes en Indoamérica, Eurindia o tantos otros nombres e identida...