<p>Carlo Acutis sintió a Jesús en su corazón desde muy temprana edad. De niño, al pasar por una iglesia, se detenía a saludarlo como a un viejo amigo. Esa llama fue creciendo y, desde joven, supo que su proyecto de vida era estar unido a Jesús. Su fe era tan natural que no entendía por qué los estadios estaban llenos y las iglesias vacías. Sabía que la gente quiere ver con sus propios ojos lo que la conmueve. Por eso viajó con su familia por luga...