<p>Intoxicados como estamos de tópicos buenistas, de sucedáneos y caricaturas de los sentimientos, no sabemos ya qué significa realmente la misericordia. Muy a menudo la confundimos con un sentimiento de piedad, perdón y acogida, a merced de nuestro estado de ánimo. Pero la misericordia, como bien demuestra este libro, en el que hay mucha palabra de Dios y mucha humanidad, es algo bien distinto. No proviene del hombre sino de la relación con Dios...