<p>La joven Gisela Musgrave, tenía un sorprendente parecido, con la bella Emperatriz de Austria, Elizabeth. Al conocerla, llevó a cabo un pedido muy curioso. Pidió una extraña asignación, a la señorita Gisela Musgrave, para que ella se hiciera pasar por la Emperatriz de Austria, para una visita prometida, al señor del Castillo de Hawke, Hugo Quenby, para que no tuviera que interrumpir su caza en el campo Inglés que tanto la complacía. Pero había ...