<p>Detrás de esta historia hay una gran mujer. Una de esas personas excepcionales que vienen al mundo de vez en cuando. Ana Leonowens dirigió sus pasos como dirigía las clases a sus discípulos en la escuela del palacio real de Siam. Con dedicación y con inteligencia. Cuando le llegó el momento de plantarse ante los caprichos y las injusticias del Rey Mongkut, no dudó. Fue una de esas mujeres dotadas para contemplar la vida desde las alturas. Anot...