<p>En una época en que es prioritaria la formación de lectores en serie, que asimilen varias docenas de libros al año, para satisfacer los índices internacionales sobre cultura y desarrollo, cualquier enunciado en contra parecería una contumacia fundamentalista. Sin embargo, la lectura enfrenta un presente multimediático ?donde la imagen se subordina al texto? y por consecuencia no es ya la única forma de acceder a grandes cúmulos de información....