<p>La sinodalidad, vivida con una profunda actitud de escucha al Espíritu y de discernimiento comunitario, es verdaderamente un camino de conversión personal y comunitaria. Esto significa crear condiciones de posibilidad para que todos y todas podamos caminar juntos como Pueblo de Dios, y discernir creativamente formas, dinámicas comunicativas, estructuras y procesos que permitan la interacción y vinculación de todos los sujetos que conforman el ...