<p>Juan Carlos Pérez acaba de cumplir 50 años. Al regreso de un viaje a Singapur se entera de que va a ser despedido de su trabajo después de veinte años como empleado laboral en un ayuntamiento; la crisis y los recortes tienen<br>la culpa. Pero a Juan Carlos no le convence este argumento, considera que los culpables de su penosa situación tienen nombre y apellidos. Decidido a hacer justicia, y persuadido por la cantidad de atropellos que observa...