Fr?gil materia de paso siempre a su antigua quietud o de I:regreso a su efervescencia inicial, la palabra apenas si roza esa vicisitud conel nombre que solemos ponerle a las cosas pero que nos resulta insuficiente, unnombre que no nombra, solamente indica esa revelaci?n como quien pone una se?alpara que el peregrino no se extrav?e. De resto todo se halla en el cambio, aveces espl?ndido y soberbio, otras inhibido y cauto, pero en todo caso detr?ns...