«Un estado de la mayor imperfección, y por tanto, del mayor disgusto: disgusto con las cosas, porque son inalcanzables, disgusto con la palabra, porque, cargada de total disparidad, ya no puede llegar a las cosas; disgusto con la propia existencia, que ha perdido su poder de penetración y, como resultado, también la plenitud».Así describía Hermann Broch el síndrome de lord Chandos, el aristócrata isabelino que comunica en Una carta a su amigo el filósofo Francis Bacon que ha «perdido por completo la capacidad de pensar o hablar coherentemente sobre ninguna cosa» A este breve y crucial pieza de von Hofmannsthal se unen una serie de textos escritos entre 1900 y 1925: dos cuentos excelentes sobre un denso tejido de equívocas ansiedades y esperanzas y tres recuerdos de viajes por Venecia, Grecia y el norte de África.Así describía Hermann Broch el síndrome de lord Chandos, el aristócrata isabelino que comunica en Una carta a su amigo el filósofo Francis Bacon que ha «perdido por completo la capacidad de pensar o hablar coherentemente sobre ninguna cosa» A este breve y crucial pieza de von Hofmannsthal se unen una serie de textos escritos entre 1900 y 1925: dos cuentos excelentes sobre un denso tejido de equívocas ansiedades y esperanzas y tres recuerdos de viajes por Venecia, Grecia y el norte de África.A este breve y crucial pieza de von Hofmannsthal se unen una serie de textos escritos entre 1900 y 1925: dos cuentos excelentes sobre un denso tejido de equívocas ansiedades y esperanzas y tres recuerdos de viajes por Venecia, Grecia y el norte de África.