Estas cartas las dirijo a usted, señor X, es decir, a mímismo, a ese que seré cuando la piel se aje, cuando envejezca, cuando espere enmi lecho la llegada de la muerte y solo desee poder intercambiar mi lugar conalguien más. Se las escribo para recordarle algunas cosas que le gustaban, peroespecialmente porque en estos días he pensado mucho en la ignorancia y sé que,a usted, que ya se ha convertido en un viejo ignorante, aún deberá emocionarleel ...