Concha García sitúa este libro -un largo poema fragmentario- bajo la luz de dos citas: una de Clarice Lispector, brumosa y ensoñada, de la que extrae el título, y otra en la que con palabras de Cioran señala el fragmento como forma de acoger en el poema la complejidad -hasta lo contradictorio- de la experiencia. El libro se coloca, como nos explica Olvido García Valdés en el prólogo, en la tradición de ciertas vanguardias (Apollinaire, Pound, Eli...