El desarrollo de los modernos sistemas hombre-máquina ha venido acompañado por una automatización progresiva que ha generado una reducción sustancial de las demandas físicas impuestas al operador. Sin embargo, por otro lado, la complejidad de dichos sistemas ha dado lugar, en unos casos, a un incremento de las demandas cognitivas generadas y, en otros, a sistemas poco estimulantes con niveles muy reducidos de demanda mental. En ambos casos, las c...