La actividad empresarial se organiza habitualmente en forma asociativa surgiendo cada vez más tipos societarios para articularla. Desde las sociedades civiles y mercantiles básicas cuya regulación viene de finales del siglo XIX, los tipos societarios han ido desarrollándose para adaptarse a una realidad cambiante sofisticándose cada vez más: de las sociedades anónimas clásicas hasta los grupos de sociedades y las sociedades cotizadas o las socied...