La estación soviética DOM pierde la comunicación con la Tierra y queda a la deriva en algún confín de la Vía Láctea. De los miembros de la tripulación que iniciaron el viaje desde Baikonur, sólo el astrofísico Viacheslav sobrevive. El tiempo transcurre inexorable (es lo único que tiene el astronauta perdido) y la esperanza de volver a casa se desvanece. Viacheslav se aferra a la idea de regresar a su amada Unión Soviética y abrazar de nuevo a su ...