Una de las grandes preocupaciones del mundo contemporáneo es el proble ma ecológico, que ha convertido a la Ecología en una de las disciplina s científicas de mayor actualidad y proyección social. Pero la degrada ción medioambiental y, correlativamente, la sensibilización humana ant e tal proceso, no son totalmente consecuencia de una época, como la nu estra, llena de avances tecnológicos y negativos impactos sobre la Nat uraleza. Aunque la percepción ecológica se haya agudizado hoy, ya lo s antiguos griegos y romanos fueron conscientes hace veinte siglos de los perniciosos efectos de una irracional explotación de los recursos naturales, de la que en parte fueron agentes dentro del entorno medite rráneo. Sus intelectuales se plantearon cuestiones ecológicas, pero fu eron incapaces de hallar soluciones. Aquellas generaciones empezaron a sufrir las negativas consecuencias de asuntos que hoy nos afectan pro fundamente: el agotamiento de los recursos acuíferos, la degradación d e los suelos, el hac