Aunque nuestra época no sea la de Foucault, los impulsos que nos llegan de su trabajo no dejan de intensificarse. No es tanto que actualmente su estrella brille en el firmamento de la filosofía universitaria, que sus libros hayan llegado a ser la cueva de Ali Baba que exploran con pasión los buscadores de toda disciplina. Es, ante todo, que el poder del pensamiento de Foucault se manifiesta como esa fuerza que arranca de nosotros mismos y llega c...