El malvado Bolge conducido por sus ansias de venganza se presenta ante un Kenshiro que ha perdido la memoria Cuando deseando la paz Kenshiro oye los gritos de su alma Su puno resucita junto a sus recuerdos perdidos Llega el final de una obra maestra incombustible e intergeneracional No hace falta que inscriban mi nombre en mi lapida Si debo morir que sea en los paramos de la batalla...