Morella se llena cada seis años de filigranas de papel y gemidos de gaitas; de armazones heráldicos efímeros y muñecos volantines; de catafalcos de propaganda clerical - los populares conventitos infantiles- y diestros bailadores de mesuradas danzas. Y en medio de todo este alborozo y revuelo barroco, asciende hasta la iglesia arciprestal la Virgen María de Vallibana abrigada por una nube de devotos. Es el Sexenio, la fiesta grande de los morella...