Por un instante los dos trenes circularon paralelos En ese preciso momento Elspeth McGillicuddy presencio un asesinato Desde su vagon vio con impotencia como en el otro tren un hombre agarraba sin piedad el cuello de una mujer hasta estrangularla Despues el tren se alejo No habia sospechosos ni testimonios Tampoco habia cadaver Quien salvo Jane Marple se tomaria en serio esta historiaa Este libro es el ejemplo perfecto de lo que debe ser una hist...