La sombra represora de un pasado castrante es una losa muy difícil de destruir para María. También lo es para Javier. Una y otro cruzan su destino a través de una imagen que representa a la perfección su situación y sus anhelos: la imagen de una niña que juega a columpiarse con un mar embravecido a sus pies simboliza el desasosiego que agita el alma de ella y el malogrado anhelo protector de él. Por eso parece obra del destino, que ambos se encue...