Enfrentado a un callejero sin salida en su pugna por obtener una posición segura en el Pacífico, el imperio del sol naciente opta por atacar a Estados Unidos y a las potencias coloniales occidentales. Para ello confiaba en su elemento más poderoso, la Armada imperial con su fuerza aeronave. La estrategia era muy simple. Infligir una serie de fulgurantes derrotas a sus enemigos de tal forma que pudiera establecer un perímetro defensivo tal que est...