Cuando un astrofísico dice que «el Universo está en expansión», o comenta lo que ocurrió en «el primer cuarto de hora» de su existencia, ¿está diciendo algo accesible a una persona no especializadaá? ¿Puede un hombre curioso comprender que «el Universo es infinito» y al mismo tiempo aceptar que «no tiene bordes»á? ¿Se puede entender en términos coloquiales la Teoría de la Relatividadá? ¿O debemos conformarnos en cambio con esas vagas comparaciones que nos suplican credulidadá? La ciencia tiene hoy una imagen sobre el principio y el fin del Universo muchísimo más profunda, convincente y detallada que nunca. Esta imagen se refiere a uno de nuestros interrogantes esenciales, y átiene tales implicaciones filosóficas ?e incluso religiosas? que no debería escapar al conocimiento de nadie. El profesor Eduardo Battaner consigue en este libro hablar de forma sencilla y rigurosa a un tiempo de temas reservados en principio a las cátedras universitarias o a los centros de investigación. Para ello ha optado por exponer las ideas en forma dialogada, sirviéndose de la ficción de un grupo de amigos con inquietudes científicas que, desde el pueblo donde viven, deciden invitar a un astrónomo profesional para que los oriente e informe acerca de los objetos de su curiosidad. Que nadie crea, no obstante, que la amenidad y la sencillez de este libro oculta un propósito de mera divulgacióná; se trata, por el contrario, de una lectura que exige atención y, en particular, una imaginación alerta.