Para liberarse de los fantasmas que lo persiguen, Giovanni Episcopo confiesa las circunstancias que lo llevaron a cometer un crimen. Durante el punzante monólogo, divaga, y su invisible interlocutor innominado lo apremia para que se atenga solo a «los hechos»; pero ¿es posible relatar solamente lo ocurrido cuando subyacen a lo factual una serie de sucesos morales capaces de transformar a la víctima en verdugo? Humilde empleado con una existencia ...