Narra el propio Maiakovskiï que en 1913, durante uno de sus viajes en tren por Rusia, viajó en el mismo compartimento que una joven burguesa. Sentada frente a él, la muchacha se sobresaltó cuando vio que el tren se dirigía hacia un túnel, temiendo que aquel hombre fuera a hacerle algo aprovechando la oscuridad. Maiakovskiï, al percatarse del temor de la joven, le dijo para sosegarla: "No se preocupe señorita, soy una nube en pantalones". Maiakov...