El Big Crap es el poder económico que se escapa del control político, una fuerza que no ha dejado de crecer mientras aumentaba la brecha entre los más ricos y los que menos tienen. En Barcelona, ese foso separa con claridad el concurrido centro turístico de la periferia marginal, que a veces está físicamente al lado de lugares que atraen a millones de visitantes. Hay quien cree que lo peor de la crisis económica ya ha pasado. Las administraciones...