En nuestra cultura actual, la muerte es a menudo un drama que se oculta, que se vive -valga la paradoja- en soledad. Cada vez son menos las personas que mueren en casa, rodeadas de sus seres queridos, experimentado la muerte como un hecho natural. Y, sin embargo, como siempre, detrás de los fríos datos estadísticos sigue habiendo personas que acarrean, mal que bien, el dolor por la pérdida de seres queridos y que se enfrentan al reto de dar una r...