En el mundo de los toros impera el silencio. La barrera que separa en la plaza al público y los toreros no marca únicamente la frontera entre el riesgo y la inmunidad; también señala el derecho de los unos a comentar e increpar, y la obligación de los otros a callar. Mientras está actuando, el torero no tiene más remedio que quedarse mudo. LAVOZDELTOREO nos muestra las vivencias y concepciones de la Fiesta de 16 hombres que en algunas circunstanc...