En el mismo momento en que instruye al lector sobre la manera en que debe interpretar el libro, el autor le advierte que el lenguaje se presta siempre a diversas interpretaciones, y que elegir entre las posibles es la responsabilidad del lector; y Juan Ruiz se abstiene de una manera muy patente de indicar cuál puede ser la buena. Es un aviso: el lector debe tener en cuenta siempre que en cualquier momento el texto puede significar algo distinto d...