Mátalos suavemente. Que no queden ni sus huesos calentándose a fuego lento. Vive el ahora. El deseo siempre llama dos veces. Sé intenso y no mires con quién, que los sentidos mundanos dejen paso, a partir de este momento, a las quejas del alma. Reír, guiñar, morder, arañar y gemir? Perversión de terciopelo que nace de la necesidad de sentir a flor de piel.Un libro detallista y personal, que pretende abrazar y reconfortarnos. Que experimentemos di...