Los consumidores - impactados por aproximadamente 4.000 mensajes al día- están hartos. Acosados por una publicidad convencional cada vez más intrusiva, muchos ya no se prestan a formar parte de una base de consumidores pasivos que se lo traga todo. Al contrario, muchos se están uniendo a una tribu de æateos de las marcasÆ y æresistentes a la compraÆ, los cuales ignoran mensajes genéricos dirigidos a sus ojos en la calle, la televisión y la pantal...