Los modelos económicos tradicionales que conocemos están en continuo movimiento y transformación. Las sociedades, las costumbres, las modas y las propias empresas actúan rápidamente buscando nuevas adaptaciones ante las demandas cambiantes y ante las elevadas exigencias de los mercados. Reaccionamos de manera diferente ante situaciones cada vez más complejas y competitivas. Los logros son efímeros y la competencia es feroz en todos los sectores. ...