Fue suficiente que compartiera usted conmigo y tan generosamente las lluvias y lloviznas los remojones y los costes de nuestra travesia por rios y canales que remara usted con tanto brio para recuperar el Arethusa tras el naufragio cuando ya se lo llevaba la corriente del rio Oise y que luego pilotara a un mero despojo humano hasta llegar a Origny Sainte-Benoite donde esperaba una cena tan ansiosamente deseada Navegar tierra adentro describe el v...