Os sons da braña es un canto íntimo a los tiempos idos evocado en un paisaje muy concreto y especial para el autor, la campiña luguesa. En su doble condición de pintor y escritor, Antonio Yebra de Ares construye un retrato apasionado de las gentes del lugar como personajes de un mundo -el de la vida en el campo- que hoy ha padecido una radical transformación.