El cultivo de la caña de azúcar y su manipulación posterior para conseguir el azúcar supone una inversión agrícola, técnica y humana tan elevada, que tán sólo la esperanza de una alta rentabilidad puede justificar su elección como cultivo. Èsta llega exclusivamente a través de su comercialización, lo que conlleva la creación de unas necesidades de uso mucho más amplias que las que se pueden existir en el estrecho ámbito en el que se cultiva....