La de Luis Molina-Pantin es una obra arqueológica, ubicada más allá de lo fotográfico. En ella acumula lugares colectivos aparentemente devaluados y los detiene, mirándolos intensamente hasta romperlos. Se fija en lo que nadie ve. Encuentra, excava, captura. Se hace con el reverso de las cosas, sin la más mínima intención de agregarle más de lo que tiene. A modo de inventario visual sobre el colapso de la economía y del sistema bancario de Venezu...