En esta novela, Alaín, narrador protagonista y visitante asiduo de las páginas de Mario Escobar Velásquez, se enfrenta a la escritura en condición de aprendiz y, bajo la premisa de que es en la vida real donde sucede todo lo que puede luego volverse literatura, se convierte en taxista, a la espera de los tesoros invisibles de la cotidianidad, situación que permite que sus días se pueblen de las historias de otros, que a su vez contienen relatos d...