Seguro que en la web hay un tutorial sobre cómo convertir en viral un vídeo e, incluso, una pieza audiovisual que no necesariamente tiene que ser paródica, erótica o macabra, como un vídeo sobre presos de conciencia, leyes de género o seguridad vial. Sin embargo, cualquier pequeño funcionario de la propaganda del siglo pasado en tiempos de guerra (fría o caliente) diría que ese tutorial es una nimiedad, poco más que la cartilla del oficio. En est...