Sorprende de su lectura el carácter de esteta religioso del autor. Un místico del cine. Leal al arte de culto, termina por crear toda una filosofía de la angustia a partir de las incertidumbres de directores cinematográficos y escritores. Su formación humanística y de jurista trasunta los análisis del destino de personajes memorables en miradas profundas que normalmente escapan a los asistentes regulares de las salas de cine comercial. A veces cr...