Muere mucho cuando se mata a alguien. Muere la victima pero también la humanidad del victimario, por no hablar de la deshumanización que alcanza al indiferente.Este panorama de desolación es, sin embargo, el lugar del cual debe arrancar un modo de convivencia moralmente superior porque ya no nos podemos permitir la violencia. Colombia se encuentra ante esté reto y lo que este libro se propone es repasar aquellas estaciones que deben guiar la vida...