Alcohol, café, tabaco, entre las permitidas; cannabis, cocaína, éxtasis, entre las prohibidas: es difícil imaginar sustancias más ubicuas, y más ligadas al carácter de las culturas. De un modo u otro, los «intoxicantes» siempre han estado aquí, y desde que el hombre es hombre han intervenido en ritos y ceremonias religiosas, han fijado vínculos de cohesión social, han aliviado periodos de penuria, han abierto puertas a la percepción y, por supues...