Aprender es interactuar con el entorno e incorporar la información que proviene de éste según los intereses y necesidades de la persona, de modo de poder operar y transformar el medio que la rodea. Pero, además, el aprendizaje es una condición del desarrollo. Desde que nacemos aprendemos; en el largo camino trazado por los aprendizajes alcanzados, cada ser humano construye el conocimiento de modo personal y, en consecuencia, una manera propia de vincularse con el saber.
Por otra parte, el desarrollo depende de lo heredado, del entorno y de la interrelación del medio y de la actividad del niño. En este sentido, y si bien todos los humanos somos idénticos, al mismo tiempo también somos distintos, pues somos iguales en lo que tiene que ver con derechos por el solo hecho de ser humanos, independientemente de nuestro género, capacidades, religión u origen étnico.